miércoles, 12 de septiembre de 2018

Todo está prendido fuego.
Pero esta vez, es azul.
Siento que las paredes no existen y que tengo el corazón muy grande.
El medio no me alcanza para abarcarlo todo, me sobrepasa, es completamente avasallante. Y me encantaría rodearlo, abrazarlo y que el fuego que me rodea se sienta humillado, porque lo que siento adentro del corazón es más fuerte que todo el fuego del mundo.
Todo está prendido, y en el medio siempre estamos a salvo. Como cuando se me deslizan las ganas y la gente de la calle desaparece, para sólo aparecer por el costado de mi ojo cuando observo, respiro y vuelvo.
Todo, prendido fuego, y así lo quiero. Porque no hay nada más hermoso que sentir y hacer lo que siento.

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