El invierno, mal huésped se ha asentado en mi casa; azuladas se han puesto mis manos del apretón de manos de su amistad. Yo honro a éste mal huésped pero me gusta dejarlo solo. Me gusta alejarme de él; ¡Y si uno corre bien, consigue escaparse de él! Con pies calientes y pensamientos calientes corro yo hacia donde el viento está tranquilo. Allí me río de mi severo huésped, y hasta le estoy agradecido porque me expulsa de casa las moscas y hace callar muchos pequeños ruidos. Él no soporta, en efecto, que se ponga a cantar un solo mosquito, y mucho menos dos; incluso a la calleja la deja tan solitaria que la luna tiene miedo de penetrar en ella por la noche. Es un huésped duro, pero yo lo honro, y no rezo, como los delicados, al panzudo ídolo de fuego. ¡Es preferible dar un poco diente con diente que adorar ídolos! así lo quiere mi modo de ser. Y soy especialmente hostil a todos los ardorosos humeantes y enmohecidos ídolos del fuego. A quien yo amo, lo amo mejor en el invierno que en el verano; y ahora me burlo de mis enemigos, y lo hago más cordialmente desde que el invierno se ha asentado en mi casa. Cordialmente en verdad, incluso cuando me arrastro a la cama: allí continúa riendo y gallardeando mi encogida felicidad; incluso mis sueños embusteros se ríen ¿Yo uno que se arrastra? Jamás me he arrastrado en mi vida ante los poderosos; y si alguna vez mentí, mentí por amor. Por ello estoy contento incluso en la cama de invierno. Una cama sencilla me calienta más que una cama rica, pues estoy celoso de mi pobreza. Y en un invierno es cuando ella más fiel me es. Con una maldad comienzo cada día y con un baño frío me burlo del invierno: eso hace gruñir a mi severo amigo de casa [...]
- Mi maldad y mi arte más queridos están en que mi silencio haya aprendido a no delatarse por el callar.
Y así, concluye otro capítulo, un tanto de lástima para el final de éste.. las revisiones y los balances finales que puedo hacer corresponden al gran porcentaje de banalidades que son mías y repito, sólo mías. Un poco de relacionarse con todo lo que transito en el día a día. Entiendo porqué estuve así y porque dejé de estarlo.
Hoy casualmente llegué a la oficina y una compañera de trabajo me dijo 'estás radiante'. Y es verdad, dejé atrás ese velo opaco que acompañaba mis días, el egoísmo que tapaba un poco (si no todo) mi rango de visión no real.
Propuse como disparador, no esperar nada de nadie, evidentemente es algo difícil de alcanzar, complicado como nos resulta a todos seguir nuestros propios consejos y nuestra propia ayuda. Funcionamos tan bien para con nosotros como para con el resto? Somos tan inocentes a veces que sentimos por los demás, me pasa a mi, te pasa a vos, nos pasa a todos.
Pensar y sentir por mi se torna un poco difícil cuando uno es tan líquido y tan voluble. Hace un par de meses estaba hablando con una de mis tantas mentes y le contaba, que no estoy listo aún. Creo que soy sólo un montón de hilos desordenados de lo que algún día llegaré a ser. Lo mejor sería saber y hacer de cuenta qué: ésto es al menos un avance.
Definirse como persona e insertarse en sociedad no es tan fácil como supuse, mis cálculos salieron a la perfección pero el resultado final como siempre: el menos esperado por todos mis Yo. En equilibrio una vez más, lo más centrado posible y con un par de píxeles nuevos para ver venir el capítulo tres.
Come at me you beautiful bastard.