[...]Una vez muy cerca del cielo, escuché que crecíamos en conjunto; escuché que conocer a alguien por el simple echo de conocerlo no es, escuché que el fuego y el aire se llevaban bien, y que tenían tantas cosas en común como distintas. Una tormenta me contó que las personas somos como cebollas, con muchas capas, que mientras más adentro llegás más te hace llorar[..]
Feliz te puedo decir que siginficás mucho para mi, que sos una parte muy importante de mis días y que hoy por hoy te elijo como compañero de vida.
Y sinceramente,
y disculpándome por a veces comportarme como un pendejo caprichoso,
y agradeciéndote por cuidarme y enseñarme a crecer,
te digo que no te cambio por nada.
(graciasporhacermefeliz)
No hay comentarios:
Publicar un comentario